2.11.2010

Viajes en el tiempo en prime time

Últimamente, estoy empezando a hartarme mucho del fútbol. Fútbol aquí, fútbol allí. Aquí en Catalunya, Barça por aquí, Barça por allí (como supongo que en Madrid será Real Madrid por aquí, Real Madrid por allí). Estoy empezando a hartarme del estatus de dioses que se les da a estos deportistas, principalmente desde los medios de comunicación. Y del constante degoteo de "noticias", si bien esta palabra se devalua hasta perder prácticamente su significado tratándose de deportes. Pero bien, otro día me dedicaré a hablar de ello más en profundidad.O mejor dejar mis neuras para mí.

Episodio 1x10- Two colors, two sides, two Lockes' 

Este comentario sobre el fútbol, está relacionado con otro tema que últimamente (si bien a otra escala) está inundando desde hace algo más de una semana los "otros" medios de comunicación, redes sociales, blogs, etc. Hablo de Lost. Y hablo como seguidor de la serie, voraz consumidor de cualquier información con ella relacionada. Aunque bien, partiendo del primer párrafo de esta entrada, me pongo en la piel de aquellos que no siguen Lost, si bien en este caso, el suministro de información es menos intrusivo (y más opcional) para aquellos que quieran martenerse al margen. Además, por suerte para ellos (y a diferencia del fútbol, desafortunadamente para mí), Lost tiene fecha de caducidad.

Así que como se puede intuir, hoy voy a hablar de Lost. No pretendo hacer una reflexión demasiado extensa sobre la serie, ni repasar su argumento ni personajes. De hecho, mi intención es hablar sobre como Lost orbita más alrededor de la esfera en el sistema planetario de la buena ciencia ficción (aquella que no está hecha necesariamente para gustar al cada vez menos respetable), que del agujero negro de la comercialidad de las series televisivas norteamericanas dirigidas a las grandes masas (que, no no engañemos, también tiene mucho de eso). Y es difícil hacer esta afirmación sobre una serie que ha contado con el presupuesto más alto de la historia de la televisión para rodar su primer episodio.

Pero es que esta serie, a base de sacudidas nos traslada de un mundo de sitcoms poco originales, producciones policíacas, bomberiles o médicas, a un universo donde el espectador, debe esperar 6 años para tener una resolución satisfactoria de la trama. Los diferentes tamaños de tramas se van resolviendo también a dierente escala temporal. Si bien hay tramas diminutas, planteadas y resueltas en un mismo episodio, nos encontramos con tramas medianas, las más comunes en las teleseries, resueltas en temporadas. También es estimulante encontrar las pequeñas tramas resueltas en temporada y no capítulo.
Y si bien hay algo que caracteriza a Lost, es la gran trama central, con un gran número de giros de guión, pero que parece saber muy bien de donde viene y a donde se dirige (algo muy difícil en cualquier otra serie que haya durado más de una temporada). Esta gran línea argumental, está repartida, a lo largo de las 6 temporadas que conforman la serie, y más que una trama, parece una atmosfera envolvente de un planeta alienígena.
 Episodio 2x13- "This music can be coming from anywhere". "Or anytime, dude"

Lost es una serie que gana envergadura y profundidad, como muchas cosas en esta vida, con un segundo visionado. Habiendo visto 5 temporadas, sabiendo de qué va el asunto, las 4 primeras temporadas se ven con otros ojos. Y esto es porque sus creadores, conscientes del universo que lo engloba todo, han ido dejando migas de pan esparcidas por toda la galaxia para que nosotros, los Hansel y Gretel intergalácticos, podamos volver a recorrer el camino en nuestra particular nave, una vez hayamos llegado a la casa de galleta. Y son estas migas la auténtica delicia de Lost, el pormenor detalle que pasas por alto una primera vez, y que una vez recorres el camino de vuelta a casa, aprecias con la tranquilidad que te da saber el recorrido, pudiendote fijar en el paisaje que te envuelve. Supernovas, nebulosas y agujeros negros

 Aquellos que  siempre nos hemos sentido atraídos por la ciencia ficción, siempre hemos sido testigos de las sucesivas invasiones a la tierra, irremediablemente en horario nocturno (noctámbulo), relegando los ataques de Godzilla y las invasiones marcianas a las cloacas de la parrilla televisiva, horarios que solo el porno y los programas de videntes y futurólogos se merecen. Lost, propone viajes en el tiempo, realidades alternativas,bucles e iteraciones temporales (tiempo al tiempo, seguidores), y presentes improbables, situándolos en el prime time que tantas buenas producciones del género injustamente menospreciadas se merecían.

Quizás, en otra realidad, o una segunda iteración mía (que seguramente no sería segunda, igual que probablemente yo no sería la primera), adoraría el fútbol, y odiraría Lost, y este artículo sería completamente diferente.