Merantau

 Otra de las películas que se pudo ver en el último Festival de Cine de Sitges fue la indonesia Merantau, de Gareth Evans.
Una película de hostias como panes, en la que un campesino en la búsqueda de su paso a la madurez, empieza a repartir amor, con la siempre noble excusa de salvar a la chica de ser obligada a trabajar como prostituta por un malvado grupo de mafiosos. El grupo de mafiosos, está brillantemente encabezado por un actor inexplicablemente danés, Mads Koudal, que más allá de sus rasgos nórdicos, desentona bien poco de la tónica general de la película: "Vamos a repartir hasta quedarnos solos". Actor, que por cierto, estuvo presente en Sitges y que disfrutó del festival como un asistente más, además de acceder amablemente a hacerse incontables fotos con los asistentes a la proyección de la película.

Merantau es una gran película de acción sin más pretensión que la de entretener a través de un guión básico pero muy correcto en el que priman las artes marciales y las acrobacias por encima de todo. Ideal para ver, especialmente rodeado de buenos amigos, y disfrutar de escenas como la de la pértiga. Quien vea el film (o la imagen), sabrá a qué me refiero.