Tras este a priori efectista argumento, el autor nos introduce en una espiral de degeneración poniéndonos bajo la piel de James Ballard, el narrador de la historia, que se ve abocado a una dinámica de autorealización a base de la destrucción de la material, y de la conjunción de la tecnología con el ser humano, en un fatal matrimonio de carne, metal y vinilo.
Si bien el narrador es James Ballard, la principal fuerza ejecutora de la obra es la siniestra figura del doctor Robert Vaughan, quien Ballard (el Ballard personaje, no escritor) conoce después de sufrir él mismo un accidente de coche, en una autopista en los alrededores de Londres. Ballard poco a poco descubre la perversa lógica de Vaughan, cuya máxima fantasía es morir en un acto sexual construido en una colisión frontal entre su automóvil y el de una estrella de cine.
J. G. Ballard (escritor) describe el proceso de degeneración del ser humano desde un punto de vista, no crítico ni con intención de juicio, si no con una neutralidad y descriptiva clínica, que no evita evocar al pesimismo con el que el autor veía la sociedad del futuro, en la que empezamos a estar inmersos.
Crash es una lectura que recomiendo encarecidamente, si bien puede no ser apta para todos los paladares.
En 1996 David Cronenberg adaptó esta novela al cine.
Crash está editada por Ediciones Minotauro.
Aquí hay un pequeño video sobre la exposición sobre Ballard que organizó el año pasado el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.
2 comentarios:
Me encanta la película "Crash", con ese ambiente y atmósfera tan siniestramente morbosos.
Siempre quise leer el libro, tal vez ahora me anime con tu entrada. La obra de Ballard siempre ha dado pie a muchas adaptaciones cinematográficas, como Philip K. Dick.
¡Saludos!
La adaptación de Cronenberg es una de las pocas pelis suyas que no he visto. Ya he esperado a acabar el libro, así que en breve la veré y te cuento, aunque si alguien tenía que adaptar este libro, sin duda era él :)
Que vengan más adaptaciones de K. Dick y Ballar!
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