10.26.2009

Morphia


Otro de los descubrimientos en Sitges fue la película rusa "Morphia", del director Alexei Balabanov. El emplazamiento elegido para la proyección, el cine del Casino Prado, no pudo ser ás adecuado. Y no lo digo por ser la más pequeña de las tres salas del festival, si no por su antigüedad, por el olor a madera o barniz que desprende el cine. Nada mejor que este cine para entrar en ambiente en esta lograda película.
En el otoño de 1917, el Doctor Poliakov es asignado médico en una región rural en la rusia profunda. Si bien el doctor brilla por sus conocimientos teóricos, la pronta necesidad de resoluciones prácticas rápidamente requerirá que pierda la inocencia de la academia para entrar en el mundo real. Amputaciones y traqueotomías serán más frecuentes de lo que Poliakov hubiese deseado.
Rápidamente, el Doctor Poliakov encontrará en la morfina una válvula de escape a tan violenta rutina. Poco a poco la adicción se hará más y más grande, tanto que también contagiará esta adicción a su amante la enfermera Anna Nikolaevna.
Este film, basado en las notas autobiográficas de de Mikhail Bulgakov parece hacer una buena recreación de la Rusia del momento, situando al espectador en un entorno sin electricidad, agua corriente y aislado por las tormentas de nieve.
Pese a la seriedad del tema, y la serenidad en la puesta en escena, hay ciertos destellos de humor en esta película, a la que quizás, le sobran 20 minutos (no de historia, pero si de extensión). Otro punto débil es la estructura en capítulos, acertada al principio de la película, pero que denota cierto temor a cohesionar diferentes etapas de la vida del doctor de manera natural.
"Morphia" es una película interesante, "entretenida" en cierta medida y realmente bien hecha.


1 comentario:

Dante dijo...

Uala, esta película me interesa muchísimo, qué suerte poder verla en Sitges.
Espero que aparezca en breve por la red (si es que no ha aparecido ya).
Me gusta lo que cuentas sobre el sitio donde se proyectó el film, me parece muy adecuado para el tipo de ambiente que necesita una película. Lástima que con los multicines uno ya no puede tener esa sensación.
Lo que explicas es como cuando lees un libro: te acuerdas perfectamente de lo que te pasaba cuando lo leías, en qué o en quién pensabas, en qué sitios lo leías, pero te olvidas, o te puedes olvidar, de el nombre del prota o de algo sobre la historia. Es curioso cómo incluso sabemos de films o libros, o nos acordamos de ellos, por el momento o el sitio en que los vimos o leímos, y así los ubicamos en nuestra mente. Todo este rollo que te pego (jejeje) signififcaría que damos mucha importancia al lugar donde vivimos esta experiencia y que no se tiene en cuenta en los tiempos que corren.
¡Saludos!